Durante la pandemia de COVID-19, la vigilancia privada ha ganado relevancia debido a factores como el estricto control de acceso en empresas y comunidades, supervisión de protocolos de salud, reducción de personal en instalaciones, aumento de la delincuencia, adaptación a la tecnología de seguridad, educación sobre medidas sanitarias y la necesidad de adaptabilidad ante cambios constantes. En esencia, la seguridad privada ha sido vital para mantener la seguridad y el bienestar de las personas y propiedades, mostrando resistencia y adaptabilidad en tiempos de crisis.